Cómo vender más, y más caro, sin verte ambicioso.


Hay 2 situaciones incómodas por las que todo emprendedor pasamos, sobre todo cuando vamos empezando:

  1. Cuando tu posible cliente te dice: "¿y cuánto cuesta?"
  2. O cuando estás con la duda de qué precio ponerle a ese curso, taller o producto que quieres lanzar.

Y se escucha la voz interior: "Si pones un precio alto, te van a decir que no. Mejor pon un precio más bajo para que sí lo quieran comprar."

El trato se cierra, tú tienes un nuevo cliente pero por dentro algo se siente mal. Sientes que tu trabajo no está bien valorado.

Eso se siente feo.

A veces hasta te da bajón, en vez de sentirte motivado por la venta.

Llevo +7 años con DEMENTES, y en esto de emprender me he dado cuenta que esa voz interior que te jala hacia abajo para malbaratar tu trabajo, se alimenta de miedo.

Y, al menos en mi caso, ese miedo tiene 2 fuentes:

  • Una personal, que tiene que ver con inseguridades, falsas creencias, y paradigmas.
  • Y una de negocio, que tiene que ver con falta de claridad.

En los próximos 2 minutos me quiero clavar con la segunda: la de negocio.

Si NO tienes claro qué problemas resuelves, qué dolores alivia tu producto o servicio, y para quién está diseñado, es probable que de ahí venga tu miedo a vender más y cobrar lo justo por tu trabajo.

Porque, aunque suene feo, en el fondo no sabes bien qué es lo que estás vendiendo y cuál es el valor con el que lo ve tu cliente.

Por ejemplo:
Lo que estamos haciendo con el programa de OUTSIDERS.
El problema que resolvemos NO es sólo el "cómo hacer más dinero", el problema que resolvemos es "cómo hacer más dinero haciendo lo que amas para poder diseñar una vida bajo tus propias reglas."
Es diferente, y para nuestro cliente ideal el segundo problema tiene más valor.
Y el dolor que resolvemos NO es "cómo vender más caro". El dolor que resolvemos es "sentir que tu trabajo es valorado para que recuperes la confianza en ti".
¿Si notas la diferencia?

Justo eso le pasaba a una de las estudiantes que está dentro de OUTSIDERS.

Pero entre lo que estudió de los materiales del programa, y lo que resolvió en las llamadas semanales de coaching:

  1. Clarificó los problemas y dolores que su servicio resuelve.
  2. Definió para quién era específicamente ese servicio.
  3. Perdió el miedo, entendió el valor de su trabajo, supo cómo comunicarlo y subió sus precios.

En sólo 8 días ya había alcanzado la meta que se había propuesto en ventas para ese mes.

Pero el mejor resultado fue que recuperó la confianza al descubrir el valor real de su trabajo.

Cuando tienes claro el problema y dolor que resuelves, te conviertes en la mejor opción para tu cliente y el valor percibido de tu producto sube.

Sé que va a sonar exagerado, pero a veces hasta se siente que "se vende solo" cuando tienes claro todo eso. Porque no es necesario insistir, ni empujar al cliente.

Y eso hace que te sientas como alguien que busca realmente servir y atender a tus clientes, no como un mercenario.

(Porque el mercado no se ataca. El mercado se atiende.)

Y si me das permiso, quisiera darte 2 recomendaciones rápidas ya para cerrar:

  1. Cuando estés diseñando un producto o servicio, primero responde la pregunta:
    ¿Cuánto me gustaría cobrar por esto?

    Y cuando tengas el número, responde la segunda:
    ¿Qué problemas y dolores tendría que resolver, y de qué manera tendría que resolverlos para que este producto valga lo que quiero cobrar?

    Es un poco pensar a la inversa, pero estoy seguro que te puede dar claridad.
  2. Y por último, si algo de todo lo que leíste te sonó familiar y sientes que es algo que te puede estar pasando, te recomiendo que agendes aquí una llamada de descubrimiento para Outsiders.

    En esa llamada haremos un breve diagnóstico simplemente para descubrir si el programa realmente podría ayudarte en tu negocio, o no.

Ojo, es un programa que requiere compromiso, trabajo y esfuerzo. No es sólo un curso ni una fórmula mágica.

A veces entre broma y enserio, decimos que es una especie de MBA, pero actualizado y que sí da un retorno de inversión pronto si aplicas todo lo aprendido.

Bueno ya, es todo por este email que te envío hoy fuera del SietedeSiete.

Espero que sirva de algo.

Abrazos!!

-Diego.

P.d. El programa está en preventa. Eso quiere decir que va a seguir subiendo de precio. Así que si no te quieres perder el precio especial que tiene ahorita, te recomiendo que agendes la llamada de una vez aquí.

SietedeSiete

Cada semana comparto los recursos que me tienen pensando, aprendiendo y expandiendo mi forma de pensar. Vuélvete más inteligente un correo a la vez.

Read more from SietedeSiete

SietedeSiete x Diego Barrazas Special edition - Range Rover Collab Tenía tiempo sin escribirte por aquí. Pero ya es mitad de año. Así que creí que valía la pena compartirte un recap de lo que va de este 2025 y cosas que he aprendido tanto con DEMENTES, como en mi vida personal. (Claro, y los 7 recursos que siempre te comparto por aquí) Como siempre: algunas cosas muy buenas, y otras con bastante aprendizaje. Recuerdo que en alguna edición anterior del Siete de Siete te había dicho que creía...

“Don’t do anything that someone else can do.” Edwin Land, fundador de Polaroid, tenía ese motto. Es una frase que nos encanta y con la que resonamos todos en el team de DEMENTES Media. Es como nuestro faro, que nos recuerda hacia donde debemos navegar para llegar a donde queremos. Pero no solo nosotros, sabemos que ahí afuera hay muchas personas que también crean proyectos y negocios alineados a esta filosofía. Tan solo en el podcast de DEMENTES hemos tenido invitados que dejan muy claro...

La incertidumbre de arrancar un proyecto, o emprender, nos hace ponerle más atención a expertos y gurús, en lugar de empezar por lo básico: “¿qué es lo que quiero de esto?” Algo que nos causa una cierta molestia en DEMENTES es que hay frases que los “gurús” del emprendimiento repiten como loros por todos lados como si fueran verdad absoluta. Las hemos escuchado tantas veces, que ya ni las cuestionamos: solo las tomamos como verdades absolutas. El problema es que muchas de esas frases no...